A los amantes de los perros no les faltan opciones a la hora de dar a tu perro algo nuevo que buscar, por lo que las marcas siempre buscan formas de diferenciarse y atraer a distintos segmentos del mercado de los juguetes para perros, que mueve 2.500 millones de dólares. Sin embargo, destacar entre la multitud nunca ha sido difícil para West Paw.
Esta empresa certificada B Corporation, con sede en Bozeman (Montana), lleva desde 1996 equipando a las mascotas y a sus dueños con productos ecológicos. Esta empresa familiar ha desarrollado su propia fórmula de TPE o elastómero termoplástico -Zogoflex- para crear juguetes y accesorios para perros que no generen residuos y que puedan usarse, amarse, devolverse, convertirse en pellets y reciclarse una vez que hayan superado su vida útil original.
Zogoflex encajará perfectamente en la cartera de productos sostenibles de West Paw, junto a artículos como sus camas para perros, rellenas de IntelliLoft -fabricado a partir de botellas de plástico 100% recicladas- y sus correas, también fabricadas con contenido reciclado. Esta trayectoria de innovación impulsada por la sostenibilidad ha creado un grupo de fieles seguidores entre los propietarios de perros que quieren lo mejor para sus amigos de cuatro patas y para el medio ambiente.
Desafío(s)
Aunque la línea de productos de West Paw ya cuenta con una amplia gama de productos cuidadosamente elaborados con materias primas recicladas, West Paw quería subir la apuesta. Utilizando plástico reciclado, podrían ayudar a eliminar residuos de las costas y hacer que las playas y las zonas de pesca fueran más limpias y seguras. Esto no sólo tendría un impacto medioambiental neto positivo, sino que serviría de excelente vehículo para llamar la atención sobre la causa de la contaminación oceánica. Así que, aunque establecer las iniciativas de sostenibilidad era la parte fácil, implantar los objetivos de sostenibilidad en aplicaciones de mayor rendimiento sería la parte un poco más difícil. Por suerte, el equipo de WestPaw se mantuvo firme en su determinación de ser parte de la solución, en lugar de contribuir al problema.
Dado que sus productos se roen y entran en contacto frecuente con alimentos y agua destinados a las barrigas de miles de mascotas, la seguridad y la durabilidad eran una prioridad absoluta. Los propietarios que confían la salud y el bienestar de sus mascotas a West Paw no tolerarían ningún efecto negativo derivado del uso de sus productos. Así que se planteó el reto: crear un juguete para perros divertido, ecológico, duradero y seguro... más fácil decirlo que hacerlo.
La solución puso de manifiesto la necesidad de compuestos, el acto de mezclar plásticos con otros aditivos para crear materiales de ingeniería de mayor calidad. Los productos debían estar formulados por expertos con la mezcla adecuada de materiales para crear una solución segura y no tóxica que cumpliera su objetivo de sostenibilidad y su exigente norma de calidad. Para encontrar los materiales adecuados y perfeccionar sus mensajes de marketing, West Paw se asoció con una organización líder en compuestos para explorar los materiales de Oceanworks y ayudarles en la siguiente etapa (muy técnica) de su viaje hacia la sostenibilidad.
El Proceso
Tras determinar que el plástico Oceanworks era el material adecuado para la campaña de sostenibilidad, el equipo de West Paw y su socio de compuestos se centraron inmediatamente en encontrar el material perfecto para su línea de productos de plástico Oceanworks. En este caso, el polietileno de alta densidad, o HDPE, demostró ser el más adecuado para esta aplicación tan específica debido a su durabilidad, resistencia a la humedad y calidad alimentaria.
Aprovechando la amplia cartera de resinas de Oceanworks, West Paw y Oceanworks se centraron en México y el Caribe como fuentes de recogida de material. Al poder seleccionar materiales de una cartera global, la cadena de suministro pudo mantenerse lo más ajustada posible, maximizando los objetivos de sostenibilidad.
Combinando todos estos objetivos y especificaciones, se recurrió al compounder para encontrar las proporciones perfectas para la mezcla de plástico marino y el fiel material Zogoflex de West Paw. Al final, el 12,5% de plástico marino fue la proporción mágica para unos productos que no comprometían la calidad ni la durabilidad.
Por supuesto, crear conciencia y atraer clientes es la otra parte de la ecuación para introducir cualquier producto sostenible. Para poner su contenido de plástico marino en primer plano, West Paw se apoyó en el equipo de marketing de Oceanworks para llevar a cabo una sesión publicitaria con temática canina en el lugar exacto de donde procedía su plástico marino. Con los medios hechos a medida, West Paw bautizó su nueva línea de productos Seaflex, destacando su origen y creando una submarca que ahora puede promocionar ampliamente. La campaña incluye incluso un vídeo en el que aparecen productos Seaflex (¡y perros!) en las mismas playas a las que ayuda su iniciativa sobre el plástico marino.
Resultados
West Paw ha creado cinco nuevos juguetes y accesorios como parte de su línea de productos Seaflex. Con artículos como el Snorkl, que es ideal para morder y tirar, el Drifty que cuenta con una forma tradicional de hueso de perro y el Sailz, que toma prestada su forma de disco de golf para un juguete que se elevará lo suficiente para mantener a los caninos activos y ocupados persiguiendo y recuperando su nuevo juguete favorito.
Todos los artículos son lo bastante resistentes como para soportar cualquier uso que les impongan los perros y se pueden lavar en el lavavajillas. Los juguetes y accesorios de Seaflex llegan al mercado con un característico aspecto arremolinado que hace de cada producto una obra de arte única. Los artículos se presentan en varios colores (rojo, azul y verde), mientras que los cuencos antideslizantes y el mantel individual están disponibles en azul o gris.
Cada uno de sus productos es reciclable a través del programa Join the Loop de West Paw, y durante su primer año la empresa prevé evitar que entre en el ecosistema oceánico el equivalente a 26.000 jarras de leche de plástico.
Presentada en junio de 2021, toda la línea de productos Seaflex ya está a la venta y cada venta contribuye a reducir el problema del plástico en los océanos.
